La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón.
La razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar.
Raro y celestial don, el que sepa sentir y razonar al mismo tiempo.
A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas.
Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
La razón se hace adulta y vieja; el corazón permanece siempre niño.
El hombre que pretende obrar guiado sólo por la razón esta condenado a obrar muy raramente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario