Nunca digas nunca, nunca digas siempre, porque lo que es hoy, puede no ser mañana y lo que hoy no es, mañana podría ser.
Es mucho mejor olvidar y sonreír, que recordar y estar triste.
No por que exista el perdón la gente tiene derecho a dañar las veces que quiera.
Llorar nos hace parecer débiles, pero cada lágrima derramada nos hace más fuerte que antes.
Todos tienen problemas; lo que pasa es que algunos son mejores para esconderlos.
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